Piel sensible
La piel sensible es propensa al enrojecimiento, la irritación, el ardor, la tirantez y el picor, y es probable que se desencadene o exacerbe por cosas como los nuevos cuidados de la piel y el maquillaje, las condiciones meteorológicas o el estrés.
¿Cuál es la causa de la piel sensible?
La piel sana tiene una buena barrera cutánea, que la protege de las influencias externas. En la piel sensible, la barrera está debilitada, lo que aumenta el riesgo de irritación. La piel sensible también reacciona de forma más violenta que la piel sana. Se puede tener una piel sensible por naturaleza, pero también puede estar causada por un cuidado de la piel incorrecto o por ingredientes irritantes.
¿Qué ingredientes funcionan bien con las pieles sensibles?
- Alantoína - Refuerza la barrera cutánea y suaviza e hidrata la piel. Contribuye a una piel flexible y sana.
- Té verde - Rico en antioxidantes, previene los daños del sol y tiene un efecto antiinflamatorio.
- Niacinamida - Ayuda a fortalecer la barrera de la piel, reduce el enrojecimiento y la irritación y tiene un suave efecto exfoliante.
- Extracto de regaliz - Calma y aclara. Tiene efectos antibacterianos y antiinflamatorios.
¿Qué rutina de cuidado de la piel ayuda a equilibrar la piel sensible?
Deje que su piel sensible descanse y tenga tiempo para repararse a sí misma. Siga una rutina sencilla de cuidado de la piel, que vaya aumentando con suavidad. Limpie su cara con agua por la mañana y con un limpiador suave y sin espuma por la noche. Aplique una crema suave que ayude a reparar la barrera cutánea y a calmar las irritaciones. Evite los irritantes, como el alcohol, los perfumes y los colorantes. Pruebe primero los productos en la parte interior del codo y deje de usarlos si aparecen irritaciones. Proteja su piel con un protector solar físico/mineral todos los días, ya que es poco probable que los protectores solares físicos irriten o provoquen reacciones alérgicas.
