Piel grasa
La piel grasa implica un aumento de la producción de sebo, una sustancia grasa que mantiene la piel flexible y la protege. Cuando se produce demasiado sebo, la piel se vuelve brillante y se siente grasienta. La producción excesiva de sebo también puede provocar la obstrucción de los poros, puntos negros, granos y poros gruesos.
¿Qué causa la piel grasa?
La piel grasa es natural o está causada por determinados factores. Los cambios hormonales, como los que se producen durante la pubertad y el embarazo, pueden estimular la producción de sebo. El uso de productos inadecuados (que resecan) puede estimular las glándulas sebáceas, ya que la piel intenta compensar su falta de humedad y grasa. El clima húmedo y el calor también pueden aumentar la producción de sebo. La piel grasa se observa sobre todo en personas jóvenes, ya que la producción de sebo disminuye gradualmente con la edad. Sin embargo, los treintañeros pueden seguir sufriendo un exceso de brillo e impurezas.
¿Qué ingredientes funcionan bien para las pieles grasas?
- Niacinamida - Tiene un efecto antiinflamatorio y regula la producción de sebo.
- Ácido salicílico - Un ácido BHA que limpia a fondo los poros y evita las impurezas.
- Extracto de regaliz - Tiene un efecto calmante, antiinflamatorio y antibacteriano.
- Alantoína - Calma la piel y hace que las células muertas de la piel se "desprendan" más fácilmente.
¿Qué rutina de cuidado de la piel ayuda a equilibrar la piel grasa?
Limpie dos veces al día con un limpiador suave que no deje la piel tirante. Utilice cremas a base de agua y evite las cremas ricas en aceites y grasas. Utilice una fórmula ligera con FPS para proteger la piel sin obstruir los poros. Opcionalmente, utilice un exfoliante y/o una mascarilla de arcilla una o dos veces por semana para eliminar las células muertas de la piel y limpiar a fondo los poros.
